ÑANCOPUCHADAS

EN EL SENO DE LA NOTICIA

Se va el 2006...bienvenido sea el 2007.

El año que se va, sin duda ha pasado volando.Trás él quedan recuerdos, de los buenos y de los otros.En todo caso no puede decirse, que pese a la rápidez con que ha pasado el calendario, no ha pasado nada.Por el contrario ha pasado mucha agua bajo los puentes de Chile y de América entera.

Chile abría el año con la esperanzadora victoria electoral de Michèlle Bachelet.Habrá que esperar los primeros meses del año que se nos viene encima para saber, si esas esperanzas, abiertas en mucha gente se hagan realidad.Muy duro se ha hecho el camino. La espera se hizo demasiado larga y la paciencia tiene sus límites.

Los estudiantes y la juventud chilena, sin olvidar la histórica lucha de la nación mapuche, han despertado y sacudido el inmobilismo de las clases políticas y dominantes chilenas. Una alerta a lo que puede venir en un futuro no muy lejano.Las contradicciones del proceso político y el liberalismo salvaje de su economía han hecho el resto. Sin olvidar la trama trasada para llegar a hoy día, en lo que se denomina el precio de la transición.

La clase política no puede seguir viviendo bajo transaciones nunca aclaradas, entre la derecha y la concertación, ni continuar cobijándose bajo la tutela dejada por la dictadura pinochetista, a pesar que ella mantiene aún un poder hasta cierto punto desconocido en la amalgama que se ha convertido Chile.

El país necesita obligatioramente cambios. Necesita cambiar. Desgraciadamente nadie se lo plantea. La derecha por supuesto que no está interesada en ello y la concertación preocupada en estas alturas en una pugna de identificación política que otra cosa.Para los unos y los otros, la herencia heredada en la historia reciente de Chile, es demasiado pesada. A todos,a todos ellos les vale más una política de neutralidad para no desenterrar pugnas que pueden amenazar su estabilidad. Hablar de cambios les parece absurdo.

Esa política de aparente estabilidad ha llevado al inmobilismo a esos sectores más abiertos a la eventualidad de los cambios. Por ello la revuelta estudiantil en 2006 los dejó sorprendidos ,al igual como había pasadocon la clase política francesa, en las ciudades y calles de Francia. Entonces dijieron que lo sucedido en París, no iba a suceder en Chile...y sucedió.

Los estudiantes salieron y se tomaron las calles, como en mayo de 1968. No era la simple protesta reinvicativa por muchos caricaturizada. Era la denuncia que el liberalismo económico y su institucionalización estaba y está en crisis. Eran y son las primeras batallas. Ese sistema inhumano, abiertamente comercial y antisolidario, implantado en nuestro país a los pocos meses del golpe militar de septiembre de 1973, comenzaba a ser atacado desde las calles , desde la barricada estudiantil.

Habrá que tener un ojo abierto hacia el norte del continente y en toda América Latina, y el otro hacia el interior del país.Lo que está pasando en México, y en Ooxaca en particular, es una seria advertencia.El movimiento estudiantil chileno del 2006 no está en punto muerto y el próximo mes de marzo puede convertirse en un polvorín.Entre el norte y el sur de América Latina muchas cosas están sucediendo y el réguero de pólvora está encendido y como van las cosas será muy díficil evitar su estallido.

De la inestabildad mexicana, a la explosiva y significativa victoria de Hugo Chavez en Venezuela y de Correa en Ecuador, al ejemplo de Morales en Bolivia, sin olvidar la derrota de Bush, se anuncian nuevos tiempos en América Latina. 2007 se ha puesto encima en el almanaque de la historia y 2007, es además ,el 40 aniversario de la muerte del Che Guevara. Sus ideas de unir los pueblos latinoamericanos, como las de Simón Bólivar, han tomado cada vez más fuerza para hacerse realidad. Y como se sabe el símbolo del Che sigue vivo en las juventudes del mundo.

La mayoría de los chilenos, sobretodo los más disminuídos, llevan esperando por más de 30 años mayores posibilidades de igualdad y de justicia social. Todo ese mundo está fuera de la bonanza económica de los que sustentan el poder en Chile. Para esa mayoría de compatriotas el liberalismo salvaje implantado en Chile por la fuerza y mantenido con razones supuestamente democráticas, no es su economía ni su sistema social. Más de 30 años, mitad dictadura, mitad democracia. Y las injusticias siguen, el abismo entre ricos y pobres es cada vez mayor.

Se levantan , rebrotan y se sienten las nuevas voces de un pueblo que mucho a esperado...y aguantado. Si Chile y sus instituciones siguen por el mismo camino, no sólo tendremos a los estudiantes en las barricadas, sino que también a todos los chilenos injustamente marginados por un sistema indigno para los nuevos tiempos.

La paciencia tiene sus límites y ahí está el peligro. Un fantasma está recorriendo los caminos de América Latina. Un continente que pide unidad y no tratados de libre comercio. Un continente que pide integración y poner fin al liberalismo económico y a la globalización por ser antisocial. Esperando que nuestro país no siga quedándose al margen de ese renovador proceso y se integre a ese movimiento que está ya en marcha.

Bienvenido el 2007...